12 agosto, 2015

“Los jueces deben ser nombrados por un órgano autónomo”.

“Los jueces deben ser nombrados por un órgano autónomo”.
Miguel Ñiquén Verino, primer vicepresidente de la Confederación Latinoamericana de TrabajaIMG_5334r Judicial, analizó el alcance del proceso de Reforma Judicial. Dio su punto de vista y destacó la necesidad de lograr una justicia completamente independiente, mediante un Consejo encargado de la selección de magistrados, en donde se priorice la meritocracia y no tenga influencias del Poder político. -¿Cómo está observando el proceso de Reforma Judicial en Paraguay? -La verdad que lo advierto con mucha preocupación, no le advierto una reforma estructural dentro de lo que es la nueva gestión de un servicio de justicia que nosotros en la confederación le llamamos democrático e inclusivo. En toda la región de Latinoamérica siempre uno dice, de que primero debemos ver al público usuario pero una reforma integral de la administración de justicia, tiene que ser una administración de justicia de calidad y los trabajadores no pueden comprometerse en un servicio de calidad si previamente no le das unas buenas condiciones de trabajo. Y por otro lado, debemos advertir de que en tanto no se obtenga un Poder Judicial realmente independiente, la reforma van a terminar dependiendo de la presión política de cada país. -Hay que marcar distancias para lograr esa independencia -Se debe cortar, creemos esa dependencia, eliminando la facultad presidencial del Poder Ejecutivo y también la facultad de propuesta del Poder Legislativo para que estos sean quienes dispongan, primero el nombramiento de los Ministros o Jueces Supremos y en segundo lugar para que sean quienes otorguen los títulos de Jueces, esos deben acabar. Los jueces de todas las instancias deben ser nombrados por un estricto orden de mérito, pero además deben ser nombrados por un órgano constitucionalmente autónomo que le permita al Juez realmente ejercer su función respecto a la decisión judicial sin ningún tipo de presión de que tal presidente me nombró o tales políticos del Senado me propusieron, eso lo que nosotros creemos debe desaparecer en primer orden. -¿Y en un segundo orden? -Es importante la autonomía presupuestal que debe contar el Poder Judicial. El Poder Judicial no va a ser un poder del Estado realmente autónomo en tanto esté dependiendo de un presupuesto que le asigne el Ministerio de Hacienda, en suma el Poder Ejecutivo aprobado por el Poder Legislativo y le recorten su brazo de operar realmente por una mejor o modernización dentro del Poder del Estado y incluso para las reformas en el sistema de administración de Justicia se tiene que depender de los presupuestos que buenamente estén dispuestos a ceder el Poder Ejecutivo. -¿Cuál es la fórmula para lograr un Poder Judicial independiente, según la experiencia peruana? -En Perú tenemos nosotros un órgano constitucionalmente autónomo que se denomina Consejo Autónomo de la Magistratura, que en principio son los que entregan los títulos, evalúan, previo concurso de meritos del juez de primer nivel hasta el máximo nivel de Jueces; es decir, el Presidente del Poder Judicial en Perú es un Juez Supremo, su título le es otorgado por este Consejo Nacional de la Magistratura. No llegó a ser ministro de la Corte por una propuesta del Congreso, ni por un nombramiento del Presidente. Claro, nosotros tenemos un concepto que la inamovilidad dentro de la carrera judicial de los magistrados y de los jueces; no quiere decir que sean despedidos o que se les anule no!. Quiere decir que no pueden ser cambiados de los puestos para los que fueron contratados o nombrados de tal manera que esto nos permite que cada 7 años todos los jueces, desde el presidente del Poder Judicial hasta un juez de paz letrado sean evaluados cada 7 años y si es que no pasan la evaluación respecto a las funciones que han ejercido durante los 7 años o sea buena administración de justicia, su comportamiento respecto a casos emblemáticos, entonces puede como no puede ser ratificado o sea se le puede cancelar su titulo de magistrados. -¿La experiencia en Perú en que puede ser tomado como modelo para impulsar la Reforma Judicial? -Yo creo que más que la experiencia de Perú, la experiencia que viven los propios trabajadores judiciales en la región nos permiten reiterar primero de que necesitamos de que los magistrados evidentemente ya no sean por el Poder Ejecutivo, ni propuestos por el Poder Legislativos. Esto nos va a permitir que los magistrados gocen de una real independencia. En segundo lugar necesitamos una auténtica carrera judicial, una carrera judicial que no castre las aspiraciones que tienen los trabajadores de la administración de Justicia, trabajadores jurisdiccionales, que en el camino van haciéndose profesionales o algunos centran como abogados y con legítimo derecho pueden aspirar a la magistratura. -Es importante la carrera judicial. -En ese contexto creemos que debe haber una carrera judicial única desde el trabajador secretario judicial o los auxiliares jurisdiccionales que sigan una línea de carrera para acceder a los puestos de jueces en su debido momento, pero también conforme a un cuadro de méritos. Es importante para una reforma judicial que los nuevos sistemas de administración de justicia penal valoren el recurso humano, el talento humano que se tiene dentro trabajadores jurisdiccionales. No limitarlos a una simple grabación de audiencia, sino convertirnos en autores sociales de una verdadera reforma judicial. El régimen disciplinario que tiene que ser uniforme, no podemos tener un régimen disciplinario para los trabajadores auxiliares jurisdiccionales, un régimen disciplinario para los trabajadores administrativos, un régimen disciplinarios para los magistrados o jueces no, porque estaríamos nosotros entrando a una especie de constreñimiento de desnaturalizar lo que es la sanción disciplinaria. Tiene que haber un solo régimen disciplinario. -¿Cree que es posible lograr un mayor acercamiento entre el Poder Judicial y la ciudadanía? -Yo creo que sí. El Poder Judicial en la región es común encontrar una baja aceptación de la población con respecto al Poder Judicial y no es porque los trabajadores seamos malos o seamos trabajadores que estemos contra los usuarios; lo que pasa es que el poder judicial resuelve problemas de seres humanos y siempre va haber un ganador y un perdedor. Allí no hay empate y en este contexto los que tienen la mejor cercanía a la población, no es el juez, es trabajador auxiliar jurisdiccional, son los que tenemos contacto con el público y en esta medida es lo que decía al inicio, “como podemos buscar servicios de administración de justicia de calidad si a los trabajadores no le proveemos las mínimas condiciones y necesarias adecuadas de trabajos si yo soy un trabajador que atiende el despacho a mesa de partes.
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