12 agosto, 2015

“La Justicia se vende a los que tienen más plata”.

“La Justicia se vende a los que tienen más plata”.

IMG_5331Ariel Pringles, Secretario de Relaciones Internacionales de la Justicia Nacional Argentina, reflexionó sobre la importancia de que todos los sectores involucrados en la Justicia puedan participar del proceso que está llevando adelante la Comisión Nacional de Reforma Judicial. Habló de la experiencia que tienen los países de América Latina y en particular la Argentina.

-¿Conoce sobre el trabajo que impulsa la Comisión Nacional de Reforma Judicial?

-En primer lugar advertimos con mucha expectativa, también preocupación, un proceso de reforma que según nuestra experiencia en América Latina no han sido del todo exitosos; en los demás países los procesos que hemos podido advertir. De todas maneras en el caso de Paraguay entendemos que la participación en la Comisión que trabaja esta reforma, que incluye al Sindicato de Funcionarios Judiciales, gremios de funcionarios judiciales, es un avance importantísimo para poder plasmar en esa transformación la opinión de quienes a diario hacen a la justicia y son los trabajadores.

-¿Cómo observan este proceso?

-Desde este punto de vista, si bien con preocupación, con gran expectativas y por otro lado por lo poco que hemos podido ver, entendemos que la reforma es el principio de una reforma, que debería ser aún más amplio. Que tiene que ver con una reforma más estructural, que en el marco de la República del Paraguay debería ser también conformada mediante una reforma de la Constitución. Temas como el Consejo de la Magistratura como un órgano extra poder, que permita la independencia de cualquier clase de sector político o estamento judicial o de lobby que pueda gestionar, mover, promover y administrar los fondos de la Justicia serian saludable. De igual modo me parece que este es un camino largo que los paraguayos deben darse y prestarse al debate, que lógicamente la única manera de que esto sea superadora sería de haber un debate, porque habiendo un debate saldría lo mejor para todos los que hacen la justicia, como para todos los paraguayos.

-¿Cuál es la experiencia argentina?

-En la Argentina en estos momentos estamos viviendo un proceso de muchísima presión del poder político sobre el Poder Judicial. Ya decía Montesquieu: “Siempre un poder trata de avasallar al otro en la república”, pero el ideal no existe, lo que sí debería existir es una convivencia armónica entre los poderes del estado y ese ideal se ve reflejado en la independencia y en los fallos de sus ministros y sus magistrados. La independencia también se refleja en la autonomía económica, no sirve de nada poder tener la libertad para usar la lapicera o la birome o el criterio sino se tiene los elementos para llevar adelante un proceso sano, una investigación judicial, un proceso judicial. Los elementos materiales y de recursos humanos y para eso se necesitan presupuesto, un poder judicial independiente necesita tanto, alejarse de la presión política y de los lobby económicos como también tener la independencia económica para poder funcionar libremente.

-¿Cómo fortalecer el combate a la corrupción en el Poder Judicial?

-Me parece que los órganos de control no han sido suficientes en nuestros países, para eliminar la corrupción dentro del estado, existe corrupción en todos los niveles a nosotros nos preocupa y por eso hemos conformado la red de lucha anticorrupción entre distintos gremios de América Latina, La Confederación Latinoamericana de Trabajadores Judiciales, Los Organismos de control y los Gremios de la Recaudación. Estamos en este proceso de también institucionalizar hacia dentro de los gremios, no solamente el reclamo, la pelea salarial o condiciones de trabajo, sino también, dar un marco adecuado a los trabajadores para que puedan sentirse protegidos también por su sindicato. En su tarea y su labor diaria, una labor sensible, que se sientan protegidos también para poder desarrollar la tarea que en definitiva en nuestro sector que es la justicia tiende justamente eso a eliminar en algunos estamentos, investigar, sancionar, perseguir los actos de corrupción.

IMG_5308 -¿Cómo es la organización administrativa del Poder Judicial en la Argentina?

-A partir de la reforma constitucional del año 1994, en la Argentina se creó este órgano extra poder que se llama Consejo de la Magistratura, que es el órgano administrativo, que se encarga de el manejo del presupuesto, del proceso de nombramiento y remoción de los magistrados; por supuesto que participan en definitiva en el nombramiento y remoción de magistrados, los tres poderes del estado. Pero el órgano que lleva adelante el proceso administrativo de selección, concurso, capacitación etc., es el Consejo de la Magistratura. En la Argentina existe también un Poder Judicial separado de su estructura con el Ministerio Publico de la defensa y el ministerio público fiscal. Que son si bien estamentos del servicio de justicia, funciona separado el poder judicial propiamente de la actividad jurisdiccional, los tres dependen administrativamente del Consejo de la Magistratura.

-¿Es posible un mayor acercamiento del Poder Judicial con la ciudadanía?

-Tiene muchos factores el acercamiento del Poder Judicial con la ciudadanía, creo que nosotros tenemos la imagen de la justicia como esa mujer de los ojos vendados con la balanza y lamentablemente lo que hemos vistos en los procesos neoliberales. Que han conducido nuestros países, han trasformado a esa mujer en una mujer muy bien vestida, muy de alta clase, que cruza la calle y que mira de una manera muy especial a los que le tocan bocina de autos importados y mira menos a quienes están caminando como simples peatones. Ya no es una mujer de ojos vendados, lamentablemente se ha vuelto una prostituta que se vende a los que tienen más plata. Esa es la imagen que tiene la ciudadanía de la justicia eso es una tarea enorme de quienes hacemos la justicia de cada uno de nuestro lado humanizarla, acercarla a la gente, no que la gente se acerque a la justicia, sino que el proceso es inverso y para eso se necesita esto la reforma judicial, presupuesto, capacitación y sobre todo el reconocimiento de la función del trabajador judicial.

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