01 septiembre, 2016

“La Justicia Civil está en crisis en Latinoamérica”.

“La Justicia Civil está en crisis en Latinoamérica”.

Así lo señaló Jaime Arellano (Chile), Director Ejecutivo del Centro de Estudios de Justicia de las Américas (CEJA) sobre el “Panorama de la Reforma a la Justicia Civil de América Latina”. Fue durante el Seminario Internacional “Desafíos de la Reforma a la Justicia Civil en América Latina y Paraguay”, organizado por el Centro de Estudios Judiciales (CEJ), el Colegio de Abogados del Paraguay (CAP) y el Centro de Estudios de Justicia de las Américas (CEJA). El CEJA es un organismo del sistema interamericano, que busca ayudar a los estados miembros de la OEA a reformar la justicia.

Arellano remarcó sobre la necesidad de reforma a la Justicia Civil en América Latina, hay realidades distintas en cada uno de los países: “Aunque compartamos el mismo idioma, nuestras realidades son distintas; hemos avanzados de distintas maneras, pero qué pasa en general, nuestros sistemas de justicia tradicionales se basan en un sistema escriturado”, apuntó.

Señaló que la mayor dificultad está en las prácticas de trabajo que se desarrollan en torno a este sistema. Mencionó que el juez está ausente y que no está en la mayoría de las decisiones que se toman durante el proceso con un gran formalismo, la escrituración. Acotó que la idea del expediente es una de las razones de la morosidad.

“¿Cuál es el peso de la Justicia Civil dentro del sistema general?, vean ustedes, que curioso. La mayoría de nuestros países iniciamos la trasformaciones de la justicia en materia penal; lo hicimos fundamentalmente porque allí hay un pilar del estado de derecho. Hubo una estrategia de carácter político de reformar lo penal, pero no por un tema de peso o de número de asuntos o negocios que se resuelven, pero lo cierto es que los problemas civiles tienen un porcentaje altísimo en nuestros países”, indicó.

Caso paraguayo. Arellano dijo que observa lo que ocurre en Paraguay, que es similar a las demás experiencias en América Latina. Destacó que la protección de las inversiones extranjeras, así como el número de días que se tarda en cobrar la ejecución de una obligación contractual incumplida, refleja la eficiencia o ineficiencia del sistema de justicia. “Como ejemplo, en Paraguay se demora casi dos años en ejecutar un contrato y estos datos son casi iguales para América Latina”, recalcó.

El especialista afirmó que la Justicia Civil está en crisis en Latinoamérica. Fundamentó que esta situación se debe a la poca trasparencia, la corrupción, al poco acceso a justicia de la personas de escasos recursos, de los territorios más aislados, de las minorías étnicas, sexuales o de otro tipo. “Una justicia cada vez más extremadamente costosa para el promedio de ingreso de América Latina, lo es también en el sistema anglosajón, pero en comparación al ingreso per cápita nuestra justicia civil es aún más costosa que los países desarrollados, una justicia costosa y muy, muy lenta”, sentenció.

¿Cuáles son los desafíos? En primer lugar, Arellano señala que hay que decidir cómo se quieren solucionar los conflictos, a partir de ahí, se realiza el diseño orgánico institucional.

Sostuvo que no se puede tener un sistema oral con la misma organización que se llevaba a cabo en el sistema escrito. “No puedo tener un sistema por audiencias con jueces y abogados que fuimos entrenados en los procesos escritos, los que venimos de esa generación tenemos que entrenarnos, desarrollar otros tipos de habilidades y, los jueces y juezas que conducen esas audiencias necesitan otros tipos de habilidades para el sistema oral, ni que decir de toda la organización de ese tribunal”, enfatizó.

Apuntó que esa gran masa de ciudadanos con derechos vulnerados insatisfechos y no tienen como acceder a Justicia, deben terminar siendo los principales beneficiados de este nuevo sistema de justicia, buscando soluciones adecuadas a sus necesidades.

“No lo que nosotros creemos que la ciudadanía necesita resolver, sino aquello que efectivamente se requiere. Eso va a dar otro tipo de respuestas probablemente una ciudadanía con participación más intensa al nuevo sistema de justicia. Que la ciudadanía se apropie de ella y lo alimente como suyo, para que no vea más a la Justicia como propiedad de los políticos y abogados”, significó.

Finalmente, afirmó que en el caso de la reforma de la Justicia Civil, la capacitación de los recursos humanos es fundamental, además de contar con las nuevas herramientas digitales de las Tecnologías de información y comunicación, que acompañará todo este proceso.

Por su parte la Dra. María Victoria Rivas, Directora Ejecutiva del Centro de Estudios Judiciales (CEJ), destacó la participación de referentes académicos y magistrados. Indicó que la intención es realizar un amplio debate sobre la necesidad de la reforma de la Justicia Civil, que aún está ausente en Paraguay.

“Una de las últimas reformas importantes que tuvo el Paraguay, fue la Reforma a la Justicia Penal, trayendo consigo una nueva generación de procesalistas penales, investigadores y autores de materiales bibliográficos, una verdadera revolución jurídica”.

“Es el momento de abordar la Reforma de la Justicia Civil, el proceso civil sigue siendo escrito, secreto, poco transparente e inaccesible. La Directora Ejecutiva del Centro de Estudios Judiciales remarcó que el sistema de justicia está muy descreído. Ante esto, indicó “Hay que ser muy creativos, principalmente los abogados que deben tener mayor responsabilidad que el resto de la sociedad en lograr construir mecanismos que permitan mejorar el acceso a la justicia civil”.

COMPARTIR